PADRES IDIOTAS

 

La alerta contra la hipersexualización de las niñas.

Cuando se conoce en España el informe de la RAE crítico con las guías de lenguaje no sexista de algunas instituciones, me llama la atención otro informe, en Francia, sobre otro problema de discriminación de las mujeres menos tratado y, sin embargo, más importante. El que llaman los franceses "la hipersexualización de las niñas". De las niñas que no de los niños, he ahí parte de esta cuestión. O el fomento de la imagen de las niñas sexualizadas en sus ropas y gestos. Sobre todo a través de los medios de comunicación, y con una fuerza que está influyendo en todos los ámbitos sociales ("La mode del lolitas dénoncée par un rapport parlamentaire").

Una senadora de la UMP, Chantal Jouanne, acaba de presentar el informe a la ministra Roselyne Bachelot que se lo encargó tras el revuelo de hace un año por la publicación de unas imágenes de niñas hipersexualizadas (como la de más arriba) en la edición francesa de Vogue. Y el hecho no es aislado, ni en Francia, ni en España ni en ningún otro país. En un extremo, se vigila la discriminación contra las mujeres, incluso con excesos como los de las guías de lenguaje no sexista. En otro extremo, se aplica tal margen de libertad al tratamiento mediático de las niñas que estas son convertidas en imágenes de objetos sexuales fácilmente confundibles incluso con la pedofilia.

La senadora francesa propone algunas medidas para acabar con la hipersexualización de las niñas. En Gran Bretaña, David Cameron también pidió un informe sobre la cuestión (Let Children be Children). No se si las medidas servirán de algo. Pero los informes eran necesarios. Alertan sobre un problema nuevo y escasamente considerado hasta el momento.

Y sorprendente. En tiempos de revolución de las mujeres, de conquista de la igualdad, algunas imágenes, algunos creativos de la moda y de la publicidad, algunas televisiones, envían a las niñas al pasado. Al objetivo prioritario de la belleza, pero con estética de cabaret, o de burdel. (ABC/Edurne Uriarte).

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PADRES IDIOTAS.

Por supuesto, no están solos. Los medios de difusión juegan un papel fundamental en la modelación de las conciencias. Para ser más concreto. Millones de personas trabajan (aunque millones no tienen empleo) muchas horas al día. Ahora no es el momento de hablar de productividad, aunque sea muy importante, sino de horas ocupadas.

Muchas otras personas tiene hijos pequeños a los que cuidar (ahora no es el momento de hablar de los zánganos que chupan la sangre de sus padres hasta los cuarenta años), por lo que tienen tarea doble. Y, usualmente, las mujeres se llevan la parte más pesada.


Además, muchos niños no tienen padres suficientemente inteligentes para inyectarles en vena el deseo de aprender, de saber, de ser mejores personas. O sea, de no ser unos merluzos de tribu. Dado que la enseñanza en España está por los suelos, los niños con serias deficiencias familiares, llegan a la escuela como unos pequeños dictadores, mimados, y poco (o nada) acostumbrados a la disciplina y al esfuerzo.  

La culturilla dominante nos dice que todo es relativo y a vivir que son dos días. Pues bien, si todo es relativo ¿por qué la niña que quiere tener unas buenas tetas no va a tenerlas?

¿Y por qué quiere la niña tener unas buenas tetas? Diría que, al menos básicamente, porque el ambiente que se respira es que el trabajo, el esfuerzo, la responsabilidad, el trabajo bien hecho, no son las cosas más importantes. Además, cuesta trabajo, cuesta esfuerzo. Hay que sacrificarse. Y no estamos para eso. Estamos para pasarlo bien. Y unas buenas tetas vienen bien.

¿Qué mujeres triunfan, saliendo en las portadas de las revistas, cine, televisión y otros medios? Las guapas con megatetas y cintura de avispa. Más o menos. Pues a copiar.

Pero lo más grave no es (que ya es) que los modelos sean estos. Lo más grave es que hay padres idiotas que lo aceptan. En tal sentido, hay padres (no es una hipótesis) que ofrecen una operación de tetas a su hija por su santo, o porque ha aprobado el curso, o cosas así. 

Las madres son más responsables porque son (usualmente) las que mandan más en la familia. Pero esto no exonera de responsabilidad al padre. Su falta de criterio, su estupidez complaciente, o su falta de personalidad, le hacen, también, responsable. Y la niña tiene sus tetas.

La vida nunca ha sido fácil. Ni hoy, ni nunca. Siempre hay dificultades y las ha habido. Pero los padres no pueden excusarse en que el ambiente 'es así'. No tiene derecho a configurar 'putillas' desde la adolescencia. Hay que respetar las edades del ser humano. No se puede hurtar ni la niñez, ni la dolescencia, ni ninguna etapa de la vida. Cuando la niña sea mujer, que se opere las veces que quiera y que se ponga botox en los lugares preferidos. 

Por tanto, los primeros responsables son los padres idiotas. Los segundos responsables son los medios de difusión que instrumentalizan a las niñas, insistiendo a diario con los cuerpazos vinculados al éxito social. Por otra parte, los cuerpazos pueden convertirse en millonarias si se divorcian un par de veces. ¿Para qué currar? ¡Es mejor tener unas buenas tetas y un buen culo! Y las niñas eligen, en ocasiones, lo más fácil, porque ahora se les trata como adultas. Aunque no estén maduras para ciertas decisiones.

Este no es un buen camino. A mi me parece muy bien que una mujer disfrute meneando el culo y mostrando generosos escotes. Pero no una niña. La niña ha de recibir una buena educación (en el amplio sentido de la palabra) y cuando sea adulta elegirá lo que quiera. O lo que pueda. Pero en su cabecita adolescente, ha de tener muchas más cosas que unas tetas. Las tetas (las no operadas) son gratis. 

Lo que muestra la valía de una persona, no es lo que la naturaleza le ha regalado, sino lo que se ha ganado a pulso. Dicho con otras palabras ¿y usted, además de las tetas y el culo, qué tiene?

Padres idiotas, no tenéis derecho a perjudicar a vuestras hijas.

Sebastián Urbina.