lunes, 12 de marzo de 2012

MODELO AGOTADO




 



RAJOY Y EL MODELO DE ESTADO.

¿Qué va a hacer Rajoy con las autonomías? La verdad es que después de la respuesta que le ha dado a Rosa Díez este miércoles, en la sesión de control al Gobierno, las cosas no están muy claras. El presidente ha reconocido que hay excesivas duplicidades y que sobran organismos públicos y ha dicho que el Ejecutivo está trabajando con las autonomías para controlar el déficit. De cuál es su modelo de Estado, al menos en lo que a la economía se refiere, el presidente, empero, no ha dejado entrever nada de nada. Ese es el quid de la cuestión.

La raíz del problema estriba en que las autonomías se han concebido a sí mismas como unidades políticas que reproducen a pequeña escala todos y cada uno de los elementos del Estado, lo cual ha llevado a la existencia de duplicidades y a la proliferación no sólo de organismos públicos sino de empleados públicos, tanto en la Administración como en las empresas públicas. La raíz del problema estriba, también, en que mientras el Gobierno central tiene conciencia plena de que los tiempos de vacas gordas se han ido y que una vez que se supere la crisis las cosas no van a volver a ser como antes, sencillamente porque no estarán ahí los ingresos tributarios relacionados con la burbuja inmobiliaria para financiar tanta alegría presupuestaria; en las autonomías más bien reina la idea de que una vez que pase todo este temporal las cosas volverán a ser como antes y ellas podrán seguir gastando y gastando como lo han venido haciendo hasta

ahora, sin necesidad de modificar para nada lo que vienen haciendo y en lo que vienen gastando desde hace años.

La salida de esta situación, como ya he escrito en otras ocasiones pasa por refundar el Estado, considerando a las autonomías como meros centros administrativos de descentralización de funciones, no como unidades políticas independientes.
Ahora que el PP gobierna en trece de ellas, y dentro de poco podría hacerlo también en Andalucía y Asturias, la ocasión para llevar a cabo una reforma de semejante calado es única.

 ¿Qué le frena, entonces, a Rajoy? ¿Los catalanes de CiU con su amenaza de avanzar hacia la independencia? No creo que lleguen a tanto porque, por mucho que digan, saben que Cataluña fuera de España no es nada. ¿La reacción de Amaiur y el PNV en el País Vasco? Si el PP sabe imponer allí el imperio de la ley, con todo lo que ello conlleva, posiblemente podría conseguir que un referéndum independentista se saldara con un ‘no’, entre otras cosas porque allí también los intereses económicos de la región están imbricados en los de España. Rajoy, por ello, debe dejar bien claro, y cuanto antes, cuál es su modelo de Estado y empezar a actuar en consecuencia para que los problemas económicos de hoy relacionados con las autonomías no vuelvan a reproducirse mañana de una u otra forma.

El Sr. González es profesor de Economía de la Universidad Autónoma de Madrid. Miembro del panel de Opinión de Libertad Digital.

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