(A cada uno lo suyo. Comparado con el socialista Zapatero y su mano izquierda Rubalcaba, Mariano Rajoy ha tenido éxito. Bajar el déficit al 6'07 después de la nefasta herencia socialista, tiene mérito.
Lo que no significa que esté de acuerdo con el gobierno de Rajoy. Si uno lee 'Una alternativa liberal para salir de la crisis' de J.R. Rallo (y aunque no se acepten todas sus medidas) puede darse cuenta de que se pudo alcanzar este resultado, e incluso mejor, sin gravar a los ciudadanos, que es lo fácil.
La primera y más urgente medida hubiera sido adelgazar (bastante más de lo que ha hecho Rajoy) el Estado. Es excesivo, ineficaz y muy caro. No se ha atrevido a tocar los cataplines de los 'barones regionales'. Lo que muestra, una vez más, que el modelo de las Autonomías está agotado. ¡No más Reinos de Taifas!
Si no lo hace Rajoy tendrá que hacerlo el siguiente. Pero Rajoy tiene mayoría absoluta y tendría que haber dado más pasos en esta dirección. Le han faltado las pelotas políticas que tenía, por ejemplo, la odiada (y gran política) Margaret Thatcher. Odiada por la izquierda quiero decir.)
EL 6'07 DE MARIANO RAJOY.
José Luis Rodríguez Zapatero y su gentil marioneta
Elena Salgado mintieron como Pinocho al proclamar urbi et orbi, en
noviembre de 2011, que el déficit ese año no pasaría del 6%. Se encaramó
por encima del 9, lo que hizo imposible que Mariano Rajoy cumpliera sus
promesas electorales porque el nuevo presidente tuvo que cargar con
30.000 millones de euros más sobre las cuentas del Estado.
Tras un año horrible de recortes y cautelas, el líder popular ha
anunciado, por fin, la cifra clave de la economía española: el déficit
se ha reducido al 6,7%. Aunque algunos argumenten indebidamente con los
préstamos a las Cajas transformadas en Bancos, la realidad es que las
medidas del Gobierno han tenido éxito y anticipan que en este año 2013,
si los sindicatos no lo echan todo a rodar, el déficit se moverá en el
entorno del 4%.
Hay quien ha calificado de proeza lo conseguido. No diría yo tanto pero
sí que, frente a los que auguraban un mínimo del 9%, la realidad ha
resultado altamente positiva. La deuda, en todo caso, ha continuado su
escalada y se aproxima ya al PIB. Está cercana al billón de euros.
Con todo, lo más importante de la reducción del déficit es que se ha
conseguido sin operación rescate. De la que nos hemos librado. Los
rescatadores hubieran impuesto como primera medida la reducción del 20%
de las pensiones de los jubilados, con consecuencia de crisis de
Gobierno y convocatoria de elecciones generales. En medio de tantas
zozobras, hay que recibir ese 6,7% anunciado por Rajoy con el ánimo
despejado y la esperanza abierta. (Luis María Ansón/El Imparcial).
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