(En esta 'sociedad condenada', y compleja, de la que habla Aynd Rand, no sirven las soluciones fáciles y mágicas. Ni gritar mucho. Ni hacer muchas manifestaciones. Ni amenazar con quemarlo todo.
Necesitamos una 'revolución moral'. Las instituciones democráticas (las menos malas que existen) no pueden funcionar correctamente si las personas que las hacen funcionar no son decentes y responsables.
Pero vivimos en un 'clima moral' en el que 'todo es relativo'. Y decir lo contrario es muestra de intolerancia y dogmatismo. Sin embargo, cuando se vive en un mundo en el que ya no hay 'bueno y malo', cualquier cosa es posible. Y aceptable.
Todos (unos más y otros menos) somos responsables. No vale decir que lo que yo hago no tiene importancia frente a la gran maldad del mundo.
Si critico el sistema educativo, por ejemplo, pero trato de buscar un 'enchufe' para que aprueben a mi hijo ¿podremos avanzar en serio?
Y así todo.
Recordemos las palabras de Edmund Burke:
'Lo único necesario para el triunfo del mal es que los buenos no hagan nada'.
"La rebelión de Atlas" ...
"Cuando advierta que
para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada;
cuando
compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no con bienes, sino con
favores;
cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por
influencias y no por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos,
sino que, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra usted;
cuando repare en que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en
un autosacrificio, entonces podrá afirmar, sin temor a equivocarse, que su
sociedad está condenada."
AYN RAND (1950)
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