martes, 12 de febrero de 2013

CONCESIONES OBSCENAS.




 (A estas alturas del viaje parece muy claro que las concesiones a los nacionalistas (claramente separatistas) han sido obscenas y nos han conducido a una grave situación. El problema no es éste. Ya sabemos que ha sido así.

El problema es si los políticos serán capaces de pasar a la acción y reorientar la estupidez suicida de los últimos treinta años. ¿Es mucho pedir? Sea como sea, creo que si no se toman en serio las necesarias reformas que hay que hacer, viviremos situaciones convulsas. ¡Ojalá me equivoque!)






CONCESIONES OBSCENAS.

La coyuntura política que rodeó el segundo mandato de Felipe González, obligado a adoptar duras medidas económicas, «guarda importantes similitudes con la coyuntura que se prepara ahora» y recordarla en estos momentos «nos ayuda a vislumbrar con mayor claridad las luces que ya asoman al final del túnel». Es el diagnóstico de la situación actual -con la referencia del pasado inmediato- que trazó ayer el director de ABC, Bieito Rubido, en el Club Siglo XXI de Madrid sobre la «IV Legislatura (1986-1989)». La charla se enmarca en el ciclo «Un balance de 35 años de democracia. ¿Continuidad o Reforma?».
ángel de antonio
Bieito Rubido (ABC)

Según recordó Bieito Rubido, González se encontró en su primer mandato con una delicada situación económica, una inflación con medias superiores al 17 por ciento y una tasa de paro que rondaba el 16,4 por ciento. La única manera de afrontar la coyuntura pasaba por un plan de reformas. «Como bien sabemos por propia experiencia en nuestros días, solo podía lograrse con sacrificios, recortes y esfuerzo de los ciudadanos», insistió Rubido. Por eso, destacó del expresidente socialista su «sentido de Estado y sentido de la Historia»; «el mismo», en su opinión, «que hoy en día acompaña a Mariano Rajoy». Pese a las medidas impopulares que le costaron una huelga general, el 22 de junio de 1986 los españoles volvieron a revalidar a González al frente del Ejecutivo.

El lastre soberanista

Sin embargo, en aquellos comicios, recordó el director de ABC, los partidos nacionalistas obtuvieron 35 diputados, mientras que en las últimas elecciones, las del 20 de noviembre de 2011, tan solo uno más. «Es decir, pese al insoportable ruido y marcado protagonismo que hoy en día acaparan las opciones políticas secesionistas y antiespañolas, la realidad implacable de los datos confirma que, en estas casi tres décadas transcurridas entre 1986 y 2012, su respaldo electoral se ha mantenido estable, cuando no incluso en retroceso».  
El director de ABC consideró, basándose en este dato, como «injustas, desproporcionadas y hasta obscenas las concesiones y miramientos que tanto los gobiernos del PSOE como los del PP han tenido con los nacionalismos». Unos miramientos, dijo, que «estamos pagando ahora con un elevado coste político de órdagos como el de Artur Mas, pero también con un altísimo precio económico».

El segundo mandato de Felipe González fue, en palabras de Rubido, una etapa de claros y oscuros. Para atacar las debilidades de la delicada coyuntura, su estrategia se concretó en la reforma del Estatuto de los Trabajadores. «Hablaba ya entonces de flexibilización, de simplificar la contratación y el despido, términos con los que seguimos hoy a vueltas». Y pese a prometer crear 800.000 puestos de trabajo y comprobar que era imposible, acometió una dura reconversión. 

El director de ABC repasó la política exterior de González, dirigida a que España contara en la comunidad internacional. Y aludió a ETA, con atentados como el de Hipercor aunque, en el lado positivo, fue entonces cuando se vislumbró la colaboración de Francia. En la introducción, el presidente del Club Siglo XXI, Eduardo Zaplana, calificó a ABC como «columna vertebral» de la prensa. A la conferencia, muy concurrida, asistieron los exministros Sánchez Terán, Otero Novas, Camuñas y José Blanco. (Angel de Antonio/ABC)

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