martes, 3 de febrero de 2009

ECONOMÍA FRANQUISTA.


Martes, 03-02-09


La decisión de Cataluña de comprar Spanair como instrumento para convertir al Prat en un aeropuerto de relevancia internacional no solo es un despropósito, es peor. No va a servir para nada. Tiene todos los ingredientes de una decisión franquista.

Pocas cosas hay más corporatistas que ver a los poderes públicos engrasando la voluntad de inversores privados para que se animen a un proyecto nacional. Es un ejemplo de proteccionismo de libro, de ése que todos los gobiernos se comprometieron a evitar y luego aplican sin inmutarse. Y supone una manifestación palmaria del reino de taifas en el que se ha convertido el Estado de las Autonomías, una decisión semejante del Gobierno central en auxilio de Iberia sería imposible, legal y políticamente.

Nunca fue tan cierto aquello de que acercar la administración al administrado tiene un límite que no debe ser traspasado si se quiere evitar que la gestión pública sea capturada por las élites locales. Algo que empieza a ser frecuente en gobiernos autonómicos que controlan la principal institución financiera y los medios de comunicación regionales.

Hacer país es un viejo lema mercantilista que los nacionalistas han hecho suyos desde los tiempos de Pujol. Nunca fue buena política económica. Fue la Inglaterra del libre cambio la que salió victoriosa de su secular enfrentamiento con la Francia del capitalismo de Estado. Pero aún así, en economía siempre hay segundos óptimos, siempre hay maneras de hacer las cosas bien, aunque éstas sean equivocadas. Si el objetivo es hacer Cataluña desde los poderes públicos, que lo hagan bien, por favor. Que no malgasten el dinero de los contribuyentes en una operación que no tiene ninguna posibilidad de prosperar. Ya es difícil que España tenga una línea aérea propia, Iberia está defendiendo su cuota en la negociación con British. Tanto o más que España tenga un aeropuerto internacional. Dos de cada es imposible.

El escenario económico traerá un desplome del comercio internacional, que hará temblar el transporte aéreo, de pasajeros y mercancías. ¿No queda ya ninguna voz económica sensata en Cataluña?, ¿dónde está el famoso seny? (Fernando Fernández/ABC)
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX

¿SENY VICTIMISTA?

No. Las voces sensatas son acalladas por el griterío sectario de los nacionalistas que retumba en el vacío de la mayoría silenciosa. Por primera vez en la Historia de España el PIB de Madrid ha superado al de Cataluña. ¿Opresión centralista? Por favor, no digan bobadas. Reconozco que a pesar de la inteligencia y experiencia de Gallardón, no me cae bien. Por motivos que ahora no me interesa exponer. Pero estoy completamente de acuerdo con la tesis central de una conferencia que dió en Barcelona cuando Maragall cortaba el bacalao. Este último se había quejado de que Madrid subía y Barcelona bajaba, gracias a los favores y las mayores inversiones (sectarias) del Gobierno. De derechas, por supuesto.

Mostró con números que tales afirmaciones eran falsas, lo que repitió años más tarde Pizarro, en el Parlamento catalán, con pelos y señales. Por supuesto los números no impidieron que siguieran quejándose del maldito centralismo madrileño y de la sempiterna opresión española. Y es que ciertas enfermedades no tienen cura. Pero a lo que iba. La idea central de Gallardón fue: 'Ustedes han invertido en identidad; nosotros hemos invertido en infraestructuras'.

Claro que esto no debe ser políticamente correcto en el Oasis. No hay como el autoengaño.

No hay comentarios: