LA DERECHA Y ROSA.

LA DERECHA Y ROSA.

Es, probablemente, cierto que diciendo las mismas cosas queden mejor en boca de Rosa Díez que en la de Mariano Rajoy. No es, o no solamente, un problema de ‘gancho’ o de carisma personal. Es algo más.

No dudo de que resulte más atractiva la figura política de Rosa porque ha tenido el valor de salir de la cómoda ‘casa común del progreso’ y arriesgarse a vivir al raso. Sus antiguos compañeros no se lo han perdonado. Todavía muestran, con mejores o peores modos, que no la tragan ni la perdonan. Porque es imperdonable que les haya puesto en evidencia. ¡Uno de los nuestros!

En cambio, Rajoy fue designado a dedo por Aznar. Además, ha perdido varias elecciones.

Estas, y otras, circunstancias hacen que aún diciendo lo mismo (en ciertas cuestiones), la repercusión de lo que dicen, Mariano y Rosa, no sea la misma. Hay, por otra parte, algunas diferencias de contenido. Por ejemplo, en el tema del aborto. Parece que UPyD apoya el aborto libre dentro de un plazo de catorce semanas. Esto no parece coherente con la Constitución. En todo caso, parece probable que esta debatida cuestión haga que una parte (ignoro cuántos pueden ser) de los posibles votantes de la derecha, no den el paso hacia UPyD.

Es cierto que hay diferencias importantes, como el mencionado tema del aborto, pero muchos votantes hacen una valoración global de los discursos del actual PP y de UPyD. Aunque haya votantes de la derecha que puedan rechazar el planteamiento de UPyD en esta materia, también se sienten muy preocupados por los nacionalismos y la unidad de España. Y esta es para muchos votantes una cuestión central, casi de supervivencia. Al menos en estos momentos en que los nacionalismos ya se declaran soberanistas, sin ambages. A este respecto, es preocupante que, en relación con la injusta ley electoral, Mariano prefiera ‘no tocarlo’ mientras que Rosa (y UPyD) la han criticado, de forma clara y contundente. Es más, cuando el Partido Popular gobernaba no hizo nada para cambiar esta desastrosa ley.

Para ser más exactos, tanto el Partido Popular como el PSOE han tenido la oportunidad de modificar esta injusta ley electoral y no lo han hecho. Ni parecen tener ganas. Lo que resulta incomprensible. Al menos por lo que respecta al Partido Popular. Si este partido todavía mantiene una cierta pátina de partido nacional español, debería querer cambiarla. ¿Por qué? Porque la ley electoral favorece (absurda e injustamente) a los que quieren trocear a España. Es decir, a los nacionalistas y sus cómplices.

He dicho que, al menos, el Partido Popular debería querer modificar esta ley porque no parece que el PSOE tenga intereses, digamos ‘objetivos’ en dicha modificación. El motivo central es que el partido socialista es ya un partido confederal, sin proyecto nacional español. Solamente usan, de forma electoral y partidista, el nombre de ‘España’. Por ejemplo, exigiendo carteles que dicen ‘Gobierno de España’ en las obras municipales a realizar con los ocho mil millones de euros.

Volvamos a la cuestión inicial. Que las mismas o parecidas palabras no tienen la misma repercusión en boca de Rosa y Mariano. El Partido Popular no ha sido claro y contundente con los nacionalistas. Tanto en sus comportamientos como en sus palabras. Y la reciente historia así lo atestigua. Aunque también hay casos ejemplares y admirables, como el de María San Gil. En cambio, Rosa ha sido clara y contundente. Y lo sigue siendo.

Recordemos que, por ejemplo, el Partido Popular en Baleares fue el autor de una legislación catalanista que iba (y va) en contra de las opiniones (y derechos) de la aplastante mayoría de sus votantes y simpatizantes. Legislación pro-catalanista que ahora es utilizada por los socialistas y sus amigos nacionalistas, al cien por cien. Con el resultado de todos conocido. Más del 90% de las clases, en los colegios, se imparten exclusivamente en catalán, despreciando el derecho de los padres a elegir la lengua en que vayan a ser educados sus hijos. O sea, no se pueden educar en español en España.

Esta es la injusta consecuencia de una política estúpidamente acomplejada con los nacionalismos. Ya no hablo de los socialistas porque ya vemos que gobierna con los separatistas (ERC) en Cataluña y con los del BNG en Galicia. Y, según parece, trata de hacer lo mismo en el País Vasco. Sacar al PNV de las instituciones y gobernar con los homólogos de ERC en las tierras vascas. O sea, los batasunos. Lleven el nombre que lleven. Además, el electorado socialista tiene unas tragaderas mucho más grandes que el electorado popular.

Los discursos de Rosa y Mariano, aunque confluyan en ciertos casos, no tienen la misma repercusión. Porque Rosa es creíble y Rajoy no lo es. O no lo es en la misma medida. En su corta historia, Rosa (UPyD) no ha bandeado con los nacionalismos. Es más, este partido piensa hacer propaganda electoral incluso en las mismas narices de los vascos, diciéndoles que el cupo vasco es injusto y debe ser mofidicado. En una sociedad moderna, solidaria y justa, no es aceptable que unos (los vascos) paguen menos que el resto, por el hecho de ser vascos. Si hablamos de sociedades democráticas y no de tribus.

Sebastián Urbina.

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TRAS LAS AGRESIONES SUFRIDAS EN SANTIAGO

UPyD denuncia el "reparto de tareas" entre el nacionalismo institucional y el violento

Después de las agresiones a los manifestantes de Galicia Bilingüe, UPyD exigió este martes "que se examinen las responsabilidades políticas" en relación a la "barbarie del nacionalismo étnico" y alertó de "un reparto de tareas entre el nacionalismo que reparte subvenciones y el ultra violento".