jueves, 2 de mayo de 2013

ESPAÑA SOMOS TODOS













ESPAÑA SOMOS TODOS

El patriotismo es un sentimiento que ama lo propio y respeta a los demás, de ahí que sea la antítesis de toda ideología basada en el odio y en la búsqueda de enemigos a quienes culpar de sus fracasos o convertirlos en blancos de sus egoísmos. Por eso el patriotismo es fundamental para recuperar a una España secuestrada por los que desean fragmentarla para siempre. Una forma de practicar el patriotismo es manifestarlo abiertamente y sin rubor alguno.

Los españoles que sostienen el proyecto cívico de la Fundación DENAES estamos persuadidos del extraordinario valor que supone la larga trayectoria histórica de unidad entre los españoles, herramienta de cohesión social, solidaridad nacional, y estabilidad jurídicoconstitucional, y garantía de las libertades individuales y de la igualdad ciudadana.

Por eso, hoy, frente al clima de tensión e incertidumbre generado por algunos movimientos rupturistas que persiguen destruir nuestra unidad atacando la democracia, la legalidad constitucional, la solidaridad entre los españoles; perjudicado gravísimamente la cohesión social y dañando las libertades de los ciudadanos, queremos apelar a la concordia y unión entre todos los españoles, independientemente de su ideología o lugar de origen.
Por ello, la Fundación DENAES manifiesta los siguientes fundamentos, base argumental sobre la que se sostiene la convocatoria ESPAÑA SOMOS TODOS.
MANIFIESTO:

La unidad de España es la mejor garantía de su pluralidad interna, fundamento de solidaridad entre los ciudadanos y entre sus diferentes regiones, y principio originario de las libertades que hoy disfrutamos. Es por eso que, incluso desde un punto de vista moral, la causa de la unidad es superior a la obsesión fragmentadora, como la solidaridad lo es sobre el egoísmo y el entendimiento sobre el conflicto.

España posee un cultura rica y diversa, es una red tupida de emociones y costumbres, proyectos sociales, comerciales y empresariales, lazos familiares y vínculos afectivos. En definitiva, y como ocurre en cualquier nación de nuestro entorno, existen interconexiones en todos los órdenes de la vida, pública e institucional, pero también privada y familiar. El éxito de los movimientos secesionistas provocaría necesariamente la fractura traumática de esta realidad histórica y acarrearía nefastas e impredecibles consecuencias para todos los españoles. Por eso queremos manifestar nuestro apoyo a todos los ciudadanos que, por vivir en regiones donde han proliferado los mensajes separadores, padecen a diario la exclusión social del nacionalismo y corren el riesgo real de quedar fuera de España y al margen de la Unión Europea.

El tan mentado derecho a decidir, que como otras construcciones eufemísticas que pretenden edulcorar un pretendido e inexistente derecho a la secesión, y que tanto predicamento ha alcanzado en círculos políticos, sociales y mediáticos, es simple y llanamente una falacia, además de un abordaje tramposo del derecho de autodeterminación, que no encuentra amparo ni en el Derecho Constitucional Español, ni en el Derecho Comparado, ni en el Derecho Internacional. Lo que sí existe es el derecho de los españoles a que la legalidad vigente sea respetada, a que las aspiraciones políticas y las reformas se formulen a través de los cauces legales de revisión establecidos, siempre y cuando respeten los principios constitucionales de reforma, y el fundamento expreso que los sostiene, es decir, la indisoluble unidad de la Nación Española.

(Batiburrillo.)

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