jueves, 30 de mayo de 2013

HASTA NUNCA, PASCUAL SALA




(¿Debería Pascual Sala hacer este tipo de declaraciones?

PD. ¿Puede un Estatuto de Autonomía estar por encima de la Constitución española de 1987?

PD. ¿Tiene Mariano algo que decir?)




España

El presidente del TC avala parte de la declaración soberanista


Pascual Sala hace una defensa cerrada de la vigencia del Estatuto catalán: «Está completamente vivo, por más que parezca haber sido olvidado. (ABC)



Artículo 2 de la Constitución española de 1978.
La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.
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Pascual Sala, Eugeni Gay, Elisa Pérez Vera, Pablo Pérez Tremps, Luis Ortega y Adela Asua han vuelto a legalizar a otro aparato político de ETA. Han vuelto a traicionar a la justicia. Espero que la Historia se lo demande como a unos “Vellidos Dolfos” cualquiera.

Porque, de nuevo, estos señores, elegidos a dedo y sin ser jueces, se han permitido rectificar a los miembros del Tribunal Supremo que sí son jueces y habían decidido, con pruebas irrefutables, que Sortu, como en su día Bildu, había nacido de la ilegalizada Batasuna. Y Batasuna era ETA.

Todo huele a podrido en la decisión. Todo huele a acuerdos firmados en la negociación política que se mantuvo con ETA. Todo huele a Sentencia de Punto Final.

Es irritante.
Mil asesinatos no han servido para nada. Como no ha servido el sufrimiento y el terror que los etarras provocaron a sus perseguidos. Como no han servido las extorsiones. Ni la diáspora vasca. Ni las humillaciones. Ni el calvario de las víctimas.

El terrorismo le ha ganado al Estado de Derecho. (Blog Tellagorri).


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NUEVO PRESIDENTE DEL CONSTITUCIONAL

Pascual Sala, el candidato de Rubalcaba


El nuevo presidente del Constitucional, con una larga y polémica trayectoria, era el preferido del vicepresidente del Gobierno. (ld)




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22 Junio 2012 - 1:00 am

Pascual Sala

Manuel García Pelayo, primer presidente del Tribunal Constitucional (1980-1986), ha pasado a la historia judicial y política española como la persona que propició el atropello jurídico de la sentencia sobre Rumasa.
La certeza de que el TC iba a echar abajo la expropiación de Rumasa, lo que supondría un fatal descalificación del Gobierno, llevó a Alfonso Guerra, vicepresidente, a presionar violentamente a García Pelayo hasta que cedió.
Y el presidente votó dos veces: primero, para empatar el resultado; y, después, hizo valer su voto de calidad para inclinar la decisión a favor del Gobierno, con lo que avaló el atropello jurídico de la expropiación.
El Tribunal Constitucional quedó desprestigiado. Y su presidente, tocado para siempre. Amargado por aquel recuerdo, optó por el exilio, donde murió.
Aquella fue la primera herida grave, casi mortal, de una institución que se ha visto descalificada por la evidencia de una politización que divide a los magistrados, de forma automática, en “progresistas” y “conservadores”, al servicio de los partidos que los nombraron.
La penosa trayectoria del TC anota ahora un nuevo hito amargo: la legalización de Sortu, de los herederos de ETA, sin que la banda haya entregado las armas ni se haya disuelto.

Como si se tratara del cumplimiento de una concesión al mundo batasuno previo pacto secreto, los magistrados “progresistas”, es decir, de obediencia socialista, han sacado adelante la resolución, enmendando nada menos que al Tribunal Supremo.

Y la faena ha sido conducida por su presidente, Pascual Sala.
Cumplido el trabajo encomendado, Pascual Sala, hombre de partido donde los haya, se jubilará. Quizá lo haga tranquilamente, sin los remordimientos que ahogaron a García Pelayo. Pero este país no olvidará su nombre.
editor@elconfidencialdigital.com
Twitter: @JoseApezarena.

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PASCUAL SALA.


Persigue a Don Pascual Sala, presidente eximio del TC, toda una profusa leyenda empeñada en hacer de él un muy diestro bailarín. En públicas ocasiones llegó incluso a mostrar su consagrada pericia. Acaso convenga entonces revisar ya uno de los Mitos Fundacionales de la Santa Transición: propongo yo en esta hora desbancar como Musa Oficial de la Movida a Alaska y promover para la cúspide de ese trono a Don Pascual. Ni el malogrado Patrick Swayze en Dirty Dancing podría superar el contoneo superior de Don Pascual, esa inacabable hoja de servicios bailándole siempre el agua al mandamás de turno del socialismo finisecular y postmoderno… que lleva Don Pascual ¡treinta años! sin dejar de darle alegría al cuerpo de la Macarena socialista.

   

    Bailó con los lobos del GAL (uff, aquellas tibias, aquellos peronés) al dictado de Felipe G, bailó con la ilegalización de Batasuna, cuando así al PSOE convenía (la coctelera agitando, llena de soda y vermuth, sí), bailó desde su alto rango en el CGPJ y en el Tribunal Supremo sobre la interminable ristra de las corruptelas socialistas, asordinándolas, (mueve la cabeza, mueve el esternón, mueve la cadera siempre que tiene él ocasión), bailó al servicio del testamento político de Zapatero legalizándole Bildu, (los huesos desencajados, el fémur muy dislocado ya, claro, tanto baile), en fin, remata ahora su bailoteo de albacea blanqueándole in extremis a Sortu (¡cuatro años para la sentencia del Estatut, insólita y crudelísima bronca pública de De la Vega a la Cenicienta pareja de baile por entonces en el TC incluida; sólo unos meses ahora para decidir sobre el brazo político de los criminales!), vale decir, se marca ahora –a sus 77 junios- un apretadísimo agarrao con los filoetarras y sus txapotes, pues ni ETA se ha disuelto, ni ha entregado las armas, ni han sus teóricos condenado su macabra historia asesina.

    

    Bailando, que es que se pasa los siglos Don Pascual bailando…  (el cuerpo muy mal, pero una gran vida social… y socialista)… bailando… y escupiendo de lado sobre la tumba de muchos muertos. ¡Qué dancing más dirty el suyo, Don Pascual! (Blog de José Antonio del Pozo).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es un impresentable.

Algún día, un familiar de cualquiera de los asesinados por ETA, podría explicarle qué es lo que se siente cuando pierdes a alguien que quieres y no es porque tenía demasiados años, porque se le acabó su tiempo, porque tuvo la mala suerte de pillar una enfermedad... no, lo pierdes porque un malnacido le pegó un tiro, o le puso una bomba en su coche... y luego otro malnacido protege al primero.

Pues eso, que los dos malnacidos merecen una explicación... de plomo.

misael dijo...

Sebastián,

El Pascual Sala es un claro ejemplo de la inexistencia de separación de poderes del estado. Este tipo es un delegado de la PSOE en la justicia.
Todavía hay quien cree que Expaña es una democracia, ja ! y yo torero.

Saludos